El propóleo como aliado frente a la gripe

24 abril, 2018

El propóleo son unas mezlas resinosas con alto contenido en flavonoides (una familia de polifenoles) que producen las abejas a partir de las yemas y resinas de los árboles. Éstas las utilizan para sellar las colmenas y protegerlas de infecciones. Su acción antibacteriana ayuda a mantener la higiene de la colmena, por lo que se conoce al própolis como el «escudo natural» de la colmenaEstos flavonoides son los responsables de su acción antibiótica.

Propóleo

¿El própolis es un descubrimiento nuevo?

Últimamente parece que está de moda, pero la realidad es que su uso medicinal data del año 350 AC. Ya los antiguos egipcios lo utilizaban en el proceso de momificación para evitar la descomposición de los cadáveres. En la actualidad se utiliza para las infecciones producidas por bacterias, virus, hongos y parásitos. Existe evidencia de que el propóleo podría ayudar a prevenir o disminuir la duración del resfriado común y otras infecciones de las vías respiratorias superiores. Por eso cada vez más profesionales de la salud recomiendan su uso.

Beneficios del propóleo

De cara a la primavera, con los cambios de tiempo y las correspondientes gripes y resfriados, el propóleo es un gran antibiótico natural que ayuda a las defensas. Además, es una sustancia con un alto contenido en vitaminas como la B1, B2 y B3, y fuente de minerales como el fósforo y magnesio. En las vías respiratorias es un antibiótico de amplio espectro que no produce disbacteriosis, con su importante y conocido efecto antigripal. Tiene además acción antiinflamatoria y anestésica, convirtiéndole en un eficaz protector de la garganta y de las cuerdas vocales.

El propóleo tiene numerosas propiedades terapéuticas, entre las que destacan:

  • Antioxidante
  • Antibacteriano
  • Antivírico
  • Antiinflamatorio
  • Analgésico
  • Inmunoestimulante
  • Remineralizante
  • Antialergénico
  • Anestésico
  • Antiparasitario
  • Hipotensor
  • Termoestabilizador

Además, en el aparato digestivo, regula el apetito, contribuye a la curación de estados anémicos, ayuda a la regeneración de úlceras, previene la parasitosis y es protector del hígado.